Compartimos la entrevista del Instituto Balseiro al Ing. Nicolás Hernandez:
“LA INGENIERÍA MECÁNICA PERMITE INCURSIONAR EN CAMPOS VARIADOS DEL CONOCIMIENTO”
Oriundo de la ciudad de Salta, Nicolás Hernández ingresó a estudiar Ingeniería mecánica en el Instituto Balseiro (IB) en 2008, luego de cumplir el requisito de aprobar los primeros dos años en otra universidad. En esta entrevista, cuenta cuál ha sido su trayectoria profesional desde que egresó, a qué se está dedicando en la actualidad y qué es lo que más le gusta de la Ingeniería mecánica.
Nicolás Hernández tiene 30 años de edad y se recibió hace 7 años de Ingeniería Mecánica del Instituto Balseiro. Los primeros años de la misma carrera los realizó en la Universidad Nacional de La Plata. En el Balseiro, como todos los demás estudiantes, se formó gracias a una beca de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).
El tema del proyecto integrador para completar su carrera en el Balseiro consistió en el desarrollo de una máquina de ensayos mecánicos in-situ en un microscopio electrónico de barrido (SEM). Su director fue Alejandro Yawny y su co-director, Horacio Mendieta. El trabajo se hizo en la División Física de metales del Centro Atómico Bariloche (CAB).
En 2011, una vez graduado, decidió anotarse en Maestría en Ingeniería del Balseiro y recibió una beca de perfeccionamiento (A1 P) de la CNEA. En su trabajo de maestría, desarrolló un sistema automático de posicionamiento de sensores de temperatura para el circuito de flujo crítico de calor y también diseñó sensores de temperatura, entre otras actividades, en el Departamento de Termohidráulica del Centro Atómico Bariloche. Su beca terminó en 2014.
-¿Cómo fue tu recorrido una vez que terminaste tus estudios?
-Fundé una PyME de Ingeniería con dos compañeros de carrera del IB. Se llama Endeavour Ingeniería, presta servicios y desarrolla tecnología para distintos sectores de las industrias aeroespacial, nuclear, Oil & Gas y otras. En 2017, cumplí la función de «Project leader» en la empresa mixta público-privada LaTe Andes, una empresa mixta público-privada formada por GEOMAP S.A. y CONICET. En el proyecto, estuvieron involucrados investigadores de la División Física de Bajas Temperaturas del CAB, a cargo del Dr. Julio Guimpel, la División de Resonancias Magnéticas del CAB y el personal de Endeavour Ingeniería SRL.
-¿En qué consistió ese proyecto en LATE ANDES?
-El proyecto CriAr y consistió en el desarrollo de un magnetómetro criogénico de rocas, el cual hasta este momento sólo era producido por una única empresa en todo el mundo, en California. El magnetómetro está operativo en la sede de LaTe Andes en Salta.
-¿A qué te estás dedicando en la actualidad?
-En la actualidad, soy socio gerente en la empresa Endeavour Ingeniería. Además soy asesor técnico en La.Te. Andes. Allí ahora estamos desarrollando otro proyecto, CronAr, para la implementación de dataciones de rocas mediante las técnicas U-Th-Sm/He y U-Pb mediante sistemas de ablación Láser y espectrometría de masas (LA-ICP-MS). Es la primera vez en Argentina que se realiza un proyecto de este tipo.
-¿Qué es para vos la ingeniería mecánica?
-Es una carrera amplia y multifacética que permite interactuar con un gran número de profesionales, aplicando el conocimiento de diversas áreas de las ciencias, como la física, la química, la matemática y la economía, para proporcionar soluciones a problemas complejos de una forma estructurada y sistemática.
-¿Qué es lo que más te gusta de ser Ingeniero mecánico?
-Lo que más me gusta de ser Ingeniero mecánico es la formación amplia que permite incursionar en campos variados del conocimiento. Esto es algo que permite tener herramientas formales de aprendizaje de diferentes campos científicos y formar parte de proyectos científicos y tecnológicos complejos donde intervienen actores con distintas formaciones específicas.
-¿Qué opinás sobre la formación que recibiste en el Instituto Balseiro? ¿Qué valorás más, a la distancia?
-Una de las cosas que más valoro actualmente es la formación básica recibida allí, porque permite absorber conocimientos nuevos de una manera tremendamente efectiva. Además, ésta proporciona las herramientas para la apropiación de ese conocimiento, más allá de los contenidos de tipo formativos de las materias de finales de la carrera. En mi ejercicio profesional también fue extremadamente valioso la formación experimental recibida en la carrera, que da una base fundamental para el análisis efectivo de datos y la relación causal de los mismos con fenómenos de la realidad. Es una herramienta valiosísima y que en otras universidades se encuentra en cantidad y calidad no siempre tan importantes.
-¿Qué consejo les darías a estudiantes que están por recibirse de la misma carrera?
-Les diría que inmediatamente después de recibirse adopten una actitud humilde y de escucha en su profesión. Esto les permitirá aprovechar de mejor manera la etapa de aprendizaje de los primeros años de carrera profesional. Es frecuente el error de sobreestimar el conocimiento incorporado durante la carrera, lo cual conduce con frecuencia a adoptar posturas que van en detrimento del aprendizaje continuo, fundamental en nuestra profesión.
-Por último, ¿cuáles son los desafíos que más te apasionan en trabajo?
-Interactuar y aprender con profesionales con formación en otros campos. Cuando se inicia un proyecto nuevo usualmente es necesario incorporar conocimientos de otras áreas prácticamente desde cero. Esto sucede tanto en los trabajos vinculados con la industria, como por ejemplo el análisis estructural de tambores de coquificación retardada por relevamiento láser que realiza Endeavour Ingeniería, como también en desarrollos tecnológicos, como por ejemplo en las técnicas de vacío, bajas temperaturas y mediciones de propiedades magnéticas en el proyecto CriAr y espectrometría de masas, ablación láser y cátodo luminiscencia en el proyecto CronAr.
Fuente: Área de Comunicación Institucional – Instituto Balseiro